El señor Juan, estaba contando los anillos de su esposa, pero algo extraño estaba a punto de suceder… Todo era extraño y como si estuviera entrando en otra dimensión. Había muchos anillos, de oro de acero forjado, otros con pequeños dibujitos, algunos con una piedra preciosa… Pero le despertó mucha curiosidad uno en especial. Un anillo de color negro que residía al fondo de la caja de joyas de su mujer.
Pasase lo que pasase esos no eran sus objetos y por tanto, era como pisar territorio desconocido. El que no se había puesto un anillo en su vida. El señor Juan era más de trabajar en el campo hasta altas horas de la tarde, y en ese momento, era cuando su mujer raras veces bajaba a la ciudad a comprar tonterías, cosas de mujer… El sabía lo que eran anillos pero no se esperaba esa reacción de un objeto tan insignificante. De repente quiso ponérselo y no era consciente de lo que le sucedería a continuación.
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